No son las habilidades la que demuestran lo que somos, son nuestras decisiones.

martes, 1 de noviembre de 2011

Quería ser eternamente ángel caído

  Como cada fin de semana se colocaba sus grandes alas y se lanzaba a la calle, surcaba los cielos, vivía aventuras, conocía a gente nueva, se reencontraba con sus amistades y recibía su dosis de droga.
Sí, ese Éxtasis que la hacía disfrutar de todo, ser feliz, ser ella misma. Era su Opio contra lo que lo que le pasaba cada día, hacía que olvidase todo lo malo, que todas sus penas desapareciesen. Era esa Cocaína que dibujaba una temporal sonrisa en su cara antes de ser esnifada para hacerla perder todos los sentidos.
Pero cuando finalizaba ella sentía el cortar de sus alas, y como en contra su corazón aquella sensación de libertad desaparecía, aquellas sus alas, les eran arrebatadas y esa angustia la inundaba recorriéndola desde sus heridas hasta lo más profundo de su alma. 
En estos momentos es cuando ella se daba cuenta de que la libertad era un mero hecho temporal... pero ella no se conformaba con eso... por ello quería robarle al destino y al mundo sus alas para pegarlas permanentemente  a su espalda. Sentirse siempre ella, quería ser siempre feliz, quería que aquella sensación que la embriagaba cada fin de semana nunca acabara. Quería quitarle al universo la capacidad de elegir, elegir cuando merecía sus momentos de pura irracionalidad, quería cometer errores si eso significaba hacer lo que quería y sentía, quería sentirse eternamente un ángel caído, que surcaba los cielos, vivía aventuras, conocía a gente nueva, que estaba con sus amistades y recibía su dosis de droga, aquello que la mantenía viva.

                                                                                                                                  Elena RP

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